Con la diversidad de productos de colágeno que hay en el mercado parece que si lo tomas solo ya te has quedado atrás, pero tranquilidad tomar el colágeno solo, también es correcto (puedes leer más sobre esto en el post Colágeno: ¿mejor solo o bien acompañado?). En el post de hoy nos centramos en uno de los "extras" más comunes en los colágenos orales: la Vitamina C.
Para empezar refrescamos conceptos, ¿Qué es el colágeno? El colágeno es la proteína más abundante de nuestro cuerpo (representa más del 25 % del contenido total de proteínas del cuerpo humano), forma parte de nuestros huesos, ligamentos, tendones, cartílagos, piel, paredes de los vasos sanguíneos, encías... en definitiva, es el tejido conectivo que envuelve los músculos y órganos vitales.
La primera función que ejerce, es la de aportar flexibilidad y resistencia a los tejidos. Piensa que con la edad, a partir de los 25 años, la producción de colágeno ya empieza a disminuir. A medida que pasen los años la cantidad cada vez será menor y por lo tanto, se requerirá el aporte externo de una dosis diaria (10 gramos) para compensar este déficit.
Recuerda que como hablamos en el post El mejor colágeno: colágeno hidrolizado, la molécula de colágeno es muy grande, por lo tanto, es difícilmente asimilable. Por esta razón, se hidroliza. La hidrólisis es un proceso por el cual la molécula se rompe en trozos muy pequeños, con ello, se consigue que atraviese las paredes del intestino y su absorción más eficiente.
Por otra parte, centrando la atención en la vitamina C conjuntamente con el colágeno, con su ingesta puedes obtener grandes beneficios tales como:
- Función reparadora. Ayuda a la producción de colágeno del cuerpo y por lo tanto acelerará los beneficios, tales como aumentar la elasticidad de la piel.
- Función hidratante. Posee la función de hidratar debido a su gran contenido innato de agua, por ello realiza una actividad de hidratación
- Función esclarecedora. Tiene una función de aclaramiento de las manchas de la piel propias de la edad
De hecho a estos dos compuestos, en varios textos técnicos lo llaman “la pareja diez“ debido a su potente efecto complementario. Hoy en el mercado, hay muchos preparados con esta asociación, pero además sería conveniente reforzar este aporte con la alimentación.
Los alimentos ricos en vitamina C, con mayor cantidad son:
Naranjas, mandarinas, limones y kiwis.
Y también presente pero en menor cantidad:
Uva, melón, sandia , papaya, mango, piña, fresas, frambuesas, arándanos, caquis y brócoli
Teniendo en cuenta, que según la OMS, la cantidad que se necesita de vitamina C por día es entre 40 y 100 miligramos, con las dos vías de aporte, la del colágeno enriquecido con la vitamina C y una alimentación variada, quedarán cubiertas.
¡Gracias por leernos!