Sóis much@s que nos preguntáis con preocupación sobre el VPH. Sabemos que a veces en el médico no se obtiene toda la información que uno quisiera y por eso recibimos muchas consultas, aunque también es cierto que hay un porcentaje importante de personas que no se atreven a preguntar ni al médico ni en la farmacia, por eso hoy hablaremos sobre una de las preguntas que más os preocupa. Para empezar algo básico, ¿que són las siglas VPH o HPV? VPH significa Virus del Papiloma Humano y HPV son las siglas en inglés Human PapillomaVirus. Es una infección muy común que se transmite por contagio sexual y que la gran mayoría de los casos es asintomática (que no causa síntomas). Por lo general, el VPH es inofensivo y desaparece espontáneamente, pero algunos tipos (hay más de 200) pueden provocar verrugas genitales y otros (los más peligrosos) pueden llegar a conducir a un cáncer.
Como decíamos, las personas afectadas de esta patología no suelen tener sintomatología, sólo aparecerán síntomas cuando el virus haya causado problemas de cierta gravedad. Por este motivo, es importante acogerse a la medicina preventiva y hacerse revisiones anuales. De esta forma, podrás prevenir patologías graves, detectando cambios anormales en las células, que de no tratarse pueden complicarse.
La conocida citología vaginal (la prueba de Papanicolau) sirve para detectar células anormales en el cuello uterino antes que se conviertan en cáncer. Ésta no es una prueba que detecta VPH o cáncer de forma directa, pero puede descubrir cambios anormales en las células que podrían ser causados por el VPH.
El virus de bajo riesgo, provoca la aparición verrugas genitales (vulva, vagina, cuello uterino, pene, escroto y ano) produciendo irritación o molestias. No suele dar más problemas y se quitan acogiéndose al protocolo normal de verrugas de cualquier parte del cuerpo. Recuerda para que este tipo de verrugas ubicadas en zonas con piel más sensible es recomendable que lo trate un especialista. El virus de alto riesgo, puede transformar las células normales en anormales. Con el tiempo estas células pueden convertirse en tumorales. En este caso el protocolo a seguir es más severo. En ambos casos, el VPH, una vez diagnosticado es fácilmente tratable y curable.
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