El virus del herpes es altamente contagioso, por eso tanto si eres portador del virus como si vives cerca de alguien que lo tenga, es importante que tomes precauciones para así evitar que se propague.
No toques la ampollas del herpes. En caso de que hayas tocado el herpes directamente con tus manos, lávatelas con jabón y coge por costumbre lavarlas varias veces al día. De la misma manera, antes y después de aplicarte tu tratamiento para el herpes labial, vuelve a lavarte las manos.
Evita el contacto directo del herpes con otras personas. No beses ni toques la piel de otras persona con la zona infectada hasta que la herida haya desaparecido por completo.
El contacto indirecto también es conveniente evitarlo. En momentos de brote y hasta que la herida del herpes no haya desaparecido por completo evita compartir toallas, vasos, bálsamos labiales, servilletas, etc…
Cuando el brote haya remitido del todo, lava tus toallas y sábanas, cambia de cepillo de dientes y tira el pintalabios, cacao o barra de labios que hubieras utilizado.
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