Después del brote de Listeria que ha aparecido en diversas comunidades de nuestro país nos han llegado muchas preguntas a lafarmacia.es sobre qué es y cómo se contagia la listeriosis. Pues bien, aquí os dejamos alguna información que pensamos que os puede ser de utilidad:
¿Qué es la Listeria?
Es una bacteria, más concretamente, un género de bacterias entre las que se encuentra Listeria monocytogenes (la única de su género que causa enfermedad en los seres humanos) El género de Listeria pertenece al filo de las proteobacterias, donde podemos encontrar otras bacterias más famosas como la Salmonella, el Helicobacter, la Escherichia o la Vibrio cholerae.
Sobre sus características podemos decir que estas bacterias son bacilos (de forma alargada) gram negativos cortos que se suelen observar formando cadenas cortas o bien aislados y que no forman esporas.
En cuanto a dónde se encuentran, la verdad que este género se puede encontrar en casi cualquier sitio (tierra, polvo, agua, alimentos, etc). También podemos encontrar Listeria dentro del tubo digestivo de animales y humanos que no tienen ningún sintoma (asintomáticos)
La Listeria monocytogenes se ha encontrado en muchos tipos de animales (aves, peces, mamíferos e incluso insectos) pero su principal hábitat (donde más le gusta vivir) es la materia vegetal en descomposición. Como está en tantos sitios es fácil que contamine nuestros alimentos, y es desde allí desde donde normalmente infecta a los seres humanos, es decir, que el principal vehículo de transmisión de L. monocytogenes es cualquier alimento contaminado, siendo los más frecuentes los vegetales frescos, las carnes, los huevos y la leche.
¿Qué es la listeriosis?
La listeriosis es la enfermedad infecciosa que causa la bacteria L. monocytogenes.
Existen dos formas clínicas de esta enfermedad:
La forma leve que se llama listeriosis gastrointestinal no invasiva y que es la más frecuente. Tiene un periodo de incubación de 24 horas (tiempo desde que ingerimos el alimento contaminado hasta que se desarrollan los primeros síntomas) y se manifiesta con fiebre y problemas gastrointestinales (diarrea, naúseas y vómitos)
La forma severa o listeriosis invasiva: ésta sucede cuando la bacteria se ha propagado más allá de los intestinos. Normalmente sus síntomas tardan más tiempo en aparecer (entre una semana y un més o incluso hasta dos meses después de haber comido el alimento contaminado con Listeria) pero a veces has sucedido incluso el mismo día de la exposición. La listeriosis invasiva cursa con fiebre, dolores musculares, confusión, fatiga, rigidez de cuello y a veces también vómitos y diarreas. Esta forma clínica es muy poco frecuente en adultos sanos pero se puede observar en adultos inmunodeprimidos, ancianos, mujeres embarazadas y niños pequeños (neonatos)
Cuando una mujer embarazada se infecta puede transmitir la infección al feto o al recién nacido. Esto suele producirse en el tercer trimestre del embarazo y los síntomas son parecidos a una gripe, que se cura con el tratamiento adecuado sin afectar de manera grave. Si no hay un tratamiento adecuado podría contagiarse en feto y causar parto prematuro con complicaciones graves o bien aborto.
En personas mayores de 65 años o bien personas que tengan el sistema inmunológico débil también puede provocar complicaciones infectando huesos, articulaciones, partes del pecho o el abdomen o incluso el cerebro.
¿Cómo se trata la listeriosis?
Al ser la Listeria una bacteria el tratamiento de la listeriosis se realiza con antibióticos. Se trata de un tratamiento sencillo en la mayoría de los casos. Generalmente tratamos la infección de Listeria con antibióticos orales como penicilina o ampicilina, o bien con trimetoprim y sulfametoxazol en caso de alérgicos a penicilina.
¿Cómo se evita el contagio?
Como en cualquier patología infecciosa el mejor tratamiento es la prevención. Para ello podemos:
- Cocinar los alimentos: sobretodo carne y huevos. Evitar comerlos crudos o poco cocinados.
- Lavar bien los alimentos que se han de consumir crudos como las verduras hortalizas o frutas.
- Mantener los alimentos refrigerados. Evitar consumir productos lácteos que hayan estado fuera de la nevera demasiado tiempo. Evitar consumir leche o productos lácteos no pasteurizados
- Recalentar los productos precocinados o preparados con anterioridad a temperaturas mayores de 70º
- Mantener las superficies y utensilios de cocina perfectamente limpios para evitar la contaminación cruzada con otros productos
- Mantener las manos limpias, así como los uniformes o el vestuario de cocina, durante el proceso de manipulación de alimentos
- No ofrecer a los animales de compañia restos de comida (sobre todo carne, huevos y productos lacteos) que sospechemos que están contaminados o que no hayan sido conservados adecuadamente.
¡Gracias por leernos!