Ultimamente hemos recibido varias consultas en laFarmacia acerca de los cólicos del lactante, sobre si son peligrosos y si deberían derivarse al pediatra, sobre sus causas y si tienen tratamiento o no. Por ello hemos decidido escribir este post con algunas anotaciones sobre qué son los cólicos y qué podemos hacer ante ellos.
¿Qué es el cólico del lactante?
El cólico del lactante se define como aquel que provoca en el niño un llanto intenso al menos 3 horas al día, 3 días a la semana y durante al menos 3 semanas, siempre y cuando, por supuesto, el bebé no padezca ninguna otra enfermedad y esté bien alimentado.
Un médico diagnostica el cólico del lactante descartando otras dolencias y explorando al bebé en busca de causas que le provoquen el dolor por el que llora.
¿Cuándo aparece y cuánto tiempo dura?
Suele aparecer cuando el niño tiene más o menos dos semanas y dura aproximadamente hasta los 4 meses. El niño comienza a llorar de repente cuando tiene un cólico, haciendo mucha fuerza (puede cerrar los puños o encoger sus piernecitas hacia el torso) y enrojeciéndose su cara. Este llanto puede durar unos minutos o varias horas, pero cuando cesa el bebé vuelve a tener el aspecto de siempre, como si nada hubiera pasado. A veces los cólicos del lactante tardan más tiempo en aparecer y se muestran cuando pasamos a darle al bebé alguna leche de fórmula para completar la nutrición por lactancia o bien cuando empezamos a introducir otros alimentos como cereales o frutas.
¿Por qué se dan los cólicos?
Existen diversas teorias en cuanto a qué provoca los cólicos del lactante pero una de las que más peso tiene es el origen digestivo. El intestino del bebé todavía no es maduro (tardará en madurar unos años) y se encuentra una nueva forma de alimentarse (ya no utiliza el cordón umbilical, ahora hay que usar la boca). El bebé aun no sabe expulsar los gases correctamente y empieza a crecer su flora intestinal. Todo esto puede hacer que haya molestias en su tripa que le provoquen el llanto. Apoyando esta teoría hay estudios que demuestran que los bebés alimentados con leche de fórmula tienen más predisposición a padecer cólicos; esto ocurre porque la alimentación con el biberón permite la entrada de más aire, o porque la fórmula que hemos elegido no es la mejor para nuestro bebé, pero sea como sea el intestino contiene gases que le provocan el dolor.
Otros estudios apuntan a factores psicológicos o ambientales, como la sobreatención del bebé o los nervios o el cansancio de los papás.
¿Qué remedios existen contra los cólicos del lactante?
Existen muchas recomendaciones que pueden ayudar a tu hijo a aliviar el dolor del cólico, pero ninguno de ellos es un remedio milagroso y universal. Aquí citamos algunos:
Lo primero es que mamá y papá intenten mantener la calma. Ya hemos comentado que una de las posibles causas del cólico es el factor ambiental o psicológico. Si os mantenéis tranquilos es más fácil que el niño se calme antes. Recordad que es una etapa que terminará pasando, y sé que desde el ordenador es fácil decirlo pero, ¡Un poco más de paciencia!
Una vez que el pediatra os haya confirmado que el bebé está sano, y que vosotros hayáis comprobado que está limpio y no tiene hambre, podeis cogerle en brazos para consolarle (a veces ponerle boca abajo le ayuda a calmar la barriguita pero eso depende del bebé) o hacer un masaje suave en su tripita o espalda. Si ha comido muy deprisa puede que tenga gases, ayúdale a expulsarlos sujetándolo en posición vertical unos minutos para que pueda eructar. También le puedes dar un complemento que le ayude a eliminar los gases como colimil. A veces es la flora bacteriana que está creciendo en el niño la que le produce los gases. Para disminuir la producción de gases podemos buscar complementos como colicare que contengan bacterias homofermentativas (no producen gases) para que reemplacen a las heterofermentativas, que si producen gases.
¡Gracias por leernos!