Es común que cuando estamos embarazadas surjan muchas dudas, y entre ellas las que pueden asustarnos más son las relacionadas con los medicamentos, ¡No te preocupes, no estás sola! Igualmente, puede que estés pensando en quedarte embarazada y ahora no sepas muy bien lo que tienes que hacer con la medicación que estás tomando, o si ésta puede afectar a tu embarazo o al bebé. Otra circunstancia que te hará consultar este post es que acabes de descubrir que estás embarazada y no sepas si esos medicamentos pueden poner en riesgo a tu bebé
Lo primero, ¡Calma! ¡No te asustes! Pide cita con el médico que te recetó el medicamento, él/ella te recomendará lo que debes hacer. Puede ser que el medicamento tenga mayor beneficio sobre ti y que el riesgo al no tomarlo sea mayor que los posibles efectos que pueda tener en el embarazo. Tú y tu médico decidiréis cómo tenéis que actuar a partir de ahora.
Si por ejemplo eres diabética o tienes alguna otra enfermedad crónica (epilepsia, hipertensión, ansiedad o depresión entre otras) debes tomar medicamentos recetados para controlar tu enfermedad.
También puede que ahora que estas embarazada hayan aparecido las nauseas, el ardor de estómago o los dolores de cabeza y que quieras tomar un medicamento para disminuir estos síntomas.
¿Qué debemos saber?
El propio embarazo hace que los medicamentos actúen de forma distinta (ahora eres un poco más grande, tienes más sangre y esta recorre más espacio que antes; tus riñones y tu corazón tienen más trabajo, y como actúan más rápido los medicamentos entran en tu cuerpo más rápido también). Puede que necesites cambiar la forma de tomar tu medicación.
En casi todos los casos existen distintas alternativas para tratar una enfermedad. Tu médico decidirá si es más seguro cambiar tu medicación por otra si con eso tu enfermedad sigue estando bien tratada y disminuyen los riesgos para tu bebé.
¿Qué recomendamos?
No empieces a tomar ningún medicamento antes de consultar con tu médico o farmacéutico.
No dejes tu medicación habitual (enfermedades crónicas) sin consultar antes al médico o farmacéutico.
Lee el prospecto cuidadosamente. Busca el apartado embarazo y las indicaciones o advertencias que te indica. Puedes fijarte también en reacciones adversas o alergias.
Consulta con el médico o farmacéutico esta información.
Mantén organizado tu cajón de medicamentos/botiquín. Comprueba regularmente las fechas de caducidad para poder apartar lo caducado y no tomarlo por error.
Toma tú medicación tal y cómo te la ha indicado el especialista. Si es necesario puedes utilizar alarmas que te recuerden cuando debes tomarla. Presta atención a no perder dosis y también a no repetirla.
Pregunta. Los médicos y farmacéuticos te resolvemos las dudas que tengas: el nombre de tu medicación, si existen otras alternativas, qué vas a sentir al tomarlo o que problemas te puede causar, cuales son las reacciones adversas que es más posible que sientas y como debes actuar al respecto.
Consultar bases de datos avaladas. La agencia americana FDA (Food and Drug Administration) o la española AEMPS (Agencia Española del Medicamento y Producto Sanitario) son bases de datos confiables donde podemos buscar información sobre los medicamentos y el embarazo.