La insuficiencia venosa leve o síndrome de piernas cansadas es una dolencia en la que la sangre tiene dificultad para retornar desde las extremidades al corazón. Si quieres saber más sobre ello puedes leer este artículo.
Para aliviar el síndrome de piernas cansadas podemos realizarnos masajes en las piernas a nosotr@s mism@s de forma que mejore nuestra circulación y disminuya la retención de líquidos.
Antes de empezar es importante que recordemos que los masajes (y otras recomendaciones) nos ayudan a aliviar la pesadez pero que no pueden sustituir los consejos ni los tratamientos que nos recomienda el médico.
Es mejor realizar los masajes por la tarde o noche, que es cuando las piernas están más cansadas e hinchadas. Son eficaces tanto si lo hacemos nosotr@s como si nos lo hace otra persona.
- Tumbad@ con las piernas estiradas (mejor si colocas una toalla o cojín debajo de los pies para que las piernas queden levantadas)
- Si el masaje lo vas a hacer tu mism@ siéntate y flexiona las rodillas
- Utiliza un gel específico para aliviar la insuficiencia venosa leve (gel de piernas cansadas o geles para favorecer la circulación) para facilitar el masaje y hacerlo más efectivo
Masajes para activar la circulación: Este tipo de masajes mejora la microcirculación de los capilares sanguíneos, regula el tono muscular y mejora la elasticidad de los músculos.
- Aplica el gel en las manos y empieza a masajear desde el tobillo en sentido ascendente
- Masajea haciendo presión con tus dedos siguiendo el contorno de los músculos desde abajo hacia arriba. Si tienes varices utiliza las palmas de las manos en lugar de los dedos y no presiones demasiado para no hacerte daño.
Masajes para activar la retención de líquidos: Es un tipo de masaje suave y ligero que se aplica sobre el sistema circulatorio y que consigue movilizar los líquidos del organismo, favorecer la eliminación de sustancias de deshecho y conseguir una sensación de ligereza en las piernas.
- Aplica el gel en las manos y empieza a masajear desde el tobillo con movimientos circulares, suaves, lentos y repetidos. Continúa desde los tobillos hasta las ingles.
- Evita hacer excesiva presión. Este masaje nunca debe producir dolor ni enrojecimiento de la zona.