La piel es el mayor órgano del cuerpo humano. Ocupa aproximadamente 2m2, y su espesor varía según la zona del cuerpo (es menor de 1mm en el caso de los párpados, y puede llegar a 4mm en los talones)
La piel tiene numerosas funciones, pero una de las más obvias y destacables es la función de barrera. Efectivamente, la piel es la barrera que delimita nuestro cuerpo del exterior, es la barrera que protege el interior de nuestro cuerpo de las agresiones externas. Para protegernos, la piel tiene lo que se conoce como manto lipídico. El manto lipídico es la capa que protege nuestra piel, evita que se deshidrate y la mantiene en perfecto estado, elástica, firme y lista para protegernos de cualquier agresor del exterior.
Otra función de la piel es la de transmitir información entre el interior de nuestro cuerpo y el mundo exterior. También sirve para regular nuestra temperatura, eliminar sustancias de deshecho o nocivas, participar en la síntesis de vitaminas, etc.
Por todas estas razones es muy importante mantener nuestra piel, y su manto lipídico en perfecto estado. Es por eso que hoy os traemos este post con 5 consejos muy fáciles que nos ayudarán a tener la piel cada día mejor.
- Tomar Agua. la dermis está compuesta en un 70% de agua y la epidermis en un 15%. La OMS y numerosos especialistas de la salud recomiendan consumir entre 2 y 3 litros de agua cada día.
- Llevar una dieta equilibrada, con todos los nutrientes indispensables para que la piel mantenga su elasticidad y firmeza. Es conveniente agregar en nuestra alimentación más vegetales frescos, frutos secos y grasas insaturadas.
- Manten tu piel limpia pero sin usar jabones demasiado agresivos, que pueden quitar la protección natural de tu piel, su manto lipídico. Tampoco abuses de los perfumes o los desodorantes. La piel limpia se libera de células muertas, viejas, suciedad, polvo, bacterias nocivas, etc. La higiene ayuda a que nuestra piel respire, se oxigene y elimine restos que puedan obstruir los poros, pero si utilizamos jabones agresivos podemos degradar el manto lipídico, dejar la piel sin defensas y que ya no pueda ejercer su función de barrera protectora.
- Evita el agua demasiado caliente. Los baños calientes pueden aumentar la pérdida de agua de la piel, favoreciendo la sequedad.
- Utiliza cremas emolientes. Estas cremas ayudan a regenerar el manto lipídico y evitan la pérdida de agua de tu piel.
¡Gracias por leernos!