Los antibióticos son medicamentos que se emplean específicamente para tratar las infecciones bacterianas, es decir, las infecciones causadas por microorganismos. Su función es matar las bacterias y dificultar su crecimiento. Los antibióticos facilitan al sistema inmunológico la eliminación las bacterias y para tratar las infecciones que producen estos microorganismos. Sin embargo, los antibióticos solo tratan algunas infecciones producidas por las bacterias. En muchos casos, se da una resistencia bacteriana a los antibióticos. Además, ten en cuenta que los antibióticos no son eficaces contra las infecciones víricas.
¿Qué infecciones virales (dolor de garganta, gripe, anginas...) tratan los antibióticos?
Como mencionamos, los antibióticos no funcionan para los virus como, por ejemplo, los responsables del dolor de garganta, la gripe, las anginas, gastroenteritis de origen viral, infecciones de oído o los casos de bronquitis. De hecho, en caso de que un virus provoque una infección, es perjudicial recetar antibióticos.
Cuando un antibiótico deja de tener el efecto deseado ante una cepa de bacterias es porque estas han desarrollado resistencia a los antibióticos. Este es uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el sistema de salud.
Antibióticos y COVID-19
Con respecto al coronavirus (COVID-19), durante el año 2020 y el 2021, se recetaron y se consumieron de manera excesiva antibióticos que facilitaron el desarrollo de la resistencia en bacterias. En España, con los primeros casos de coronavirus, aumentó hasta un 11,5 % el uso de antibióticos.
Puesto que la COVID-19 es una infección vírica, no se previene ni se cura con antibióticos. En pacientes que fueron diagnosticados, se observó una sobreinfección bacteriana. Por eso, para estos casos clínicos, se prescribió un tratamiento antibiótico.
Tipos de antibióticos
Los antibióticos sirven para tratar una infección causada por un grupo de bacterias específico o solo una bacteria.
Se pueden tomar de tres maneras distintas:
- Por vía oral. Se emplean las cápsulas, pastillas o líquidos.
- Aplicándose en la piel. Se utilizan cremas, ungüento, gotas y aerosoles.
- Por vía intravenosa mediante las inyecciones, que suelen aplicarse para tratar las infecciones más graves.
La vía que el médico elija va a depender de la naturaleza de la enfermedad a tratar. Tomarás los antibióticos hasta que las bacterias que causan la infección se eliminen de tu cuerpo. Esto puede llevar hasta 5 días.
Los 5 riesgos del consumo de antibióticos que debes conocer
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada vez aparece una mayor resistencia a los antibióticos que pone en peligro la capacidad para tratar las enfermedades más comunes. La resistencia prolonga la enfermedad y puede llegar a los casos de muerte. En los casos de cirugías más serias, quimioterapias para el cáncer, trasplante de órganos..., la resistencia a los antibióticos puede resultar muy peligrosa.
Por ello, la OMS pide a los países hacer un uso consciente de los medicamentos. Algunos riesgos del uso abusivo son los siguientes:
- Las bacterias se vuelven resistentes, los tratamientos llevados para ciertas enfermedades dejan de funcionar y el paciente empeora.
- Las enfermedades más comunes no pueden tratarse si las bacterias presentan resistencia.
- Las infecciones que se han vuelto más resistentes aumentan el coste y el tiempo de estar en un hospital, y también la tasa de mortalidad
- Tiene efectos adversos y cada organismo reacciona a ellos de una manera diferente. Muchos son conocidos y no graves, pero otros pueden ser mortales, como las reacciones alérgicas para las que el organismo no está preparado.
- El tratamiento mal usado puede provocar que las bacterias inofensivas incrementen su resistencia a los antibióticos, traspasen a otras bacterias y, finalmente, se vuelvan bacterias dañinas
¿Por qué se produce la resistencia bacteriana?
La resistencia de las bacterias se da debido a las mutaciones (es decir, los cambios en los cromosomas) y por la trasmisión de diferente material genético de otras bacterias.
Por este motivo, los antbióticos solo deben ser tomados bajo supervisión médica y cuando se considere necesario porque, además de los efectos secundarios que pueden ocasionar, desarrollan la resistencia bacteriana. Al cambiar, la bacteria se resiste a los efectos del medicamento, lo que se traduce en que esta siguen creciendo y causando peores efectos.
Un dato que has de tener en cuenta es que cada año mueren cerca de 33 000 personas por la resistencia a los antibióticos solo en Europa. Y se dice que la resistencia de las bacterias es la primera causa de muerte en el mundo, por encima de otras enfermedades y patologías. Por esta razón, se están potenciando los programas para reducir el uso y abuso de los antibióticos.
Datos interesantes sobre la resistencia de las bacterias
Como te hemos advertido, la resistencia de las bacterias es una problemática muy seria y que preocupa a la comunidad de la salud y la medicina.
Es importante que conozcas las cifras que nos ofrece la OMS sobre este problema, y principal causa de muerte, a nivel mundial:
- Aumenta cada vez más el número de infecciones como la tuberculosis, neumonía, salmonelosis..., cuyos tratamientos se están volviendo más débiles. Se ha perdido la eficacia de los antibióticos debido a la resistencia de las bacterias.
- Es un fenómeno que se produce naturalmente. No se sabe exactamente en qué organismo se va a producir la resistencia, pero sí se conoce la principal causa y lo que más la acelera. Es el uso indebido de los fármacos.
- Te sugerimos seguir siempre las recomendaciones e indicaciones de los médicos y profesionales de salud. Adquiere los tratamientos solo con receta médica para evitar así la resistencia de las bacterias que evolucionan.
- Puedes prevenir las infecciones con actos básicos como lavarte las manos, lavar los alimentos que vas a tomar o evitar el contacto con las personas enfermas, entre otros.
- Notifica cualquier problema que se presente cuando estés bajo un tratamiento con antibióticos. Informa a los profesionales sobre si tu tratamiento está funcionando.
¿Es posible comprar antibióticos sin receta?
Los antibióticos y medicamentos están legalizados bajo la Ley 29/2006, del 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios. En esta ley, se especifica que la receta medica es, de por sí, una garantía de servicio profesional y de salud para el paciente. Así pues, el farmacéutico solamente debe vender con receta los medicamentos que la necesitan; no ha de vender o prescribir cualquier medicamento que tenga que llevar la receta médica si esta no existe.
Pero esta ley fue sustituida por el Real Decreto Legislativo 1/2015 de 24 de julio, donde se aprueba el uso racional de los medicamentos. El real decreto explica que el embalaje del medicamento informa sobre el requisito de usar la receta médica. Significa que el farmacéutico debe dispensar los medicamentos con receta.
No obstante, en el real decreto no se lee una prohibición expresa de prescribir un medicamento que necesite receta médica. Por lo tanto, a nivel legal no hay una prohibición.
La prohibición de vender medicamentos sin receta en las farmacias no es solo aplicable a los antibióticos, sino también a otros tipos de medicamentos y productos. En el caso de los antibióticos, estos no se deben tomar sin receta. Tienes que consultar a un profesional de la salud para saber si realmente los necesitas.
Desgraciadamente, España destaca por el hábito de adquirir antibióticos sin receta y hacer un uso abusivo de estos fármacos. Según datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, unos 2800 españoles mueren cada año por el aumento de la resistencia de las bacterias a los antibióticos. En Europa, este número se dispara a 25 000. Esto se debe a comportamientos como utilizar antibióticos sobrantes para tratar virus y al autoconsumo sin la receta de un médico. Con estos datos, puedes intuir que algunas farmacias del país dispensan los medicamentos sin receta.
Aunque los antibióticos puedan conseguirse en muchas farmacias, algunas todavía te ponen restricciones si no llevas la receta de un profesional de la salud. Sin embargo, existen medicamentos popularmente conocidos que no requieren receta.
Los cinco medicamentos más vendidos sin receta
Los medicamentos como la aspirina, el paracetamol o el ibuprofeno, ampliamente conocidos y fácilmente asequibles, no son dispensados con receta médica y se consideran fuera de peligro.
Entre los cinco medicamentos más vendidos, están tres analgésicos, un anticoagulante y un protector del estómago.
- Ibuprofeno. Es el medicamento antiinflamatorio no esteroideo más usado para reducir los dolores, bajar la inflamación y la fiebre. Es muy usado ante el dolor de cabeza y como antipirético. La dosis más alta de ibuprofeno sí se dispensa con receta.
- Paracetamol. Sirve para combatir los dolores, en especial, el dolor de cabeza. Su parte positiva es que, a diferencia de otros medicamentos, no ataca al estómago.
- Metamizol. Reduce los dolores viscerales como los cólicos y los espasmos musculares
- Ácido acetilsalicílico, la aspirina comúnmente conocida. Se usa típicamente para el dolor de cabeza y tiene una función analgésica y antitérmica.
- Omeprazol. Se usa para la úlcera gastroduodenal y para el reflujo.
Informar y prevenir mediante planes que especifiquen los peligros del uso y abuso de los medicamentos serán claves para concientizar a la sociedad sobre estas prácticas que se han ido extendiendo y que, cada vez, son más comunes. Así se reducirá un grave problema que va en aumento: la resistencia bacteriana.
